Es verano de
2014 y la gente camina por lo bares viendo los partidos de fútbol del Mundial
con la cabeza agachada, los niños no juegan el famoso “pambol” con la misma
pasión, las promociones y concursos de las marcas no se llevan a cabo con la
misma intensidad y la gente comenta “qué
tristeza que no pasamos al Mundial…¡es una vergüenza!...
Afortunadamente
este escenario que presento no será el que viviremos en México el próximo
verano (aunque realmente estuvimos muy cerca) debido al pase mundialista que
ganamos en el último partido contra la selección de Nueva Zelanda; sin embargo,
la reputación nacional que ahora está en juego es si realmente el equipo que va
al Mundial es el América o la Selección Nacional.
En redes
sociales, medios de comunicación y, sobre todo, vox populli, la frase que sobresale acerca de nuestra presencia en
el campeonato mundial de fútbol es “América
va al Mundial” y la pregunta que yo me hago es: ¿es esto cierto?
Si tomamos en
cuenta que la mayor parte de los jugadores que nos dieron el pase al Mundial
son americanistas y además sumamos que el director técnico que asumió este
cargo (en ese momento temporal) es el mismo que el del equipo mexicano
mencionado, cualquiera pensaría que así es, pero ¿tiene algo de malo? Si
pensamos en la selección española, como referente del fútbol mundial, podemos
ver que su director técnico Vicente del Bosque ha implementado la misma
estrategia: basar el número de jugadores de su selección nacional en el equipo
campeón de su país, el Barcelona. Entonces, ¿por qué tendría que generar esta
estrategia un malestar o descontento en México? (y miren que no soy
americanista, ¿eh?)
Al final de
cuentas, el que va a jugar es México, sean del equipo que sean sus jugadores y
sea quien sea su director técnico. Si
bien estoy seguro que esto le da una excelente imagen y posicionamiento al
América y su director técnico, también
estoy seguro que la imagen de México sigue siendo de un país a la altura de la
Copa Mundial, y esto tenemos que celebrarlo por la derrama económica y
emocional que representa para nosotros.
Seguro que
México (o el América) no la tiene fácil enfrentando al anfitrión (Brasil) como
parte de las eliminatorias de primera ronda y, mucho menos, enfrentando al
campeón y subcampeón mundiales actualmente (España y Holanda, respectivamente).
Vamos a ver qué pasa y cómo termina de posicionarse la imagen de México y el
América en los próximos días (con la final del torneo mexicano) y en los
próximos meses en el Mundial.
En resumen: ¡México vuelve a mostrar una imagen
deportiva internacional y va al Mundial y el Mundial está en América!