miércoles, 7 de mayo de 2014

“Censura en internet: ¿retroceso en las campañas de marketing o en la libertad de expresión”


Mucho se ha hablado en días pasados de la controversia que la Ley de Telecomunicaciones (comúnmente llamada Ley de Telcos) ha causado entre legisladores de nuestro país y con el público en general.

La reforma de telecomunicaciones fue aprobada en lo general el año pasado a iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto. Lo que actualmente está sucediendo es que están definiendo “lo particular” de esta reforma, que no es otra cosa que modificar las leyes y reglamentos en materia de telecomunicaciones a nivel federal, estatal y municipal.

El punto más importante de esta, y del cual nos atañe en este blog, es el tema referente a la censura en internet y la posibilidad de que el gobierno federal ordene a una empresa bloquear un contenido en la red "cuando medie orden de autoridad" (según el artículo 145 de la Ley de Telcos propuesta).
El problema con esto, y que es el problema general que causó tanto revuelo en la población, es que queda muy al aire cuándo son los casos en que se “media la autoridad” y el tipo de sanciones que se podría llegar a tener además del simple bloqueo. ¡Imagínense que un contenido meramente informativo se torne un tema político! Por supuesto esto podría impactar cualquier tipo de contenidos subidos en las redes sociales de las marcas y de cualquiera de los canales de comunicación donde los repliquemos, y es justamente el meollo de todo el asunto. Inclusive este mismo blog podría ser objeto de eso, ¿no lo crees?

¿Qué pasaría con los famosos memes de los políticos que están en boca de todos? ¿y con los blogs de influenciadores con miles de seguidores? ¿y de los noticiarios retransmitidos en internet y que, normalmente, tienen un tono más severo y directo que la TV o incluso el radio? ¿Qué pasa si cualquiera de ellos cae en una crítica que, supuestamente, esté mediando a la autoridad?
Si bien hace falta una ley de uso de internet, que muy poco se ha desarrollado a nivel internacional y mucho menos nacional, me parece que, en mi experiencia, esta propuesta podría privar completamente de la libertad de expresión a muchas firmas y personas y retroceder el avance en esta materia que se ha tenido desde hace ya algunos años.


El tema ha quedado suspendido debido a otras prioridades de los legisladores y se acordó discutir este en un periodo extraordinario. Considero que, cuando se retome, debe de hacerse de una manera prudente, objetiva y, sobre todo, que no demerite en el avance que, como sociedad mexicana, hemos logrado desde hace ya varios sexenios.